Es una de las preguntas que más escuchamos de nuestros clientes, tanto que ha llegado el momento de escribir un post (porque no tenemos tiempo para hacer un libro)

La respuesta a esa pregunta, es una contra pregunta: ¿Dejarías tu reputación y tu imagen librada al azar?

Hoy estamos en la era digital, el 80% de las personas consulta en internet antes de hacer una compra en un negocio físico. Cualquiera que vaya a realizar una compra online desde un sitio web, antes seguro buscará informarse al respecto, chequeando reputación de la marca en google o buscando referencias de personas que ya hayan tenido experiencia con la marca.

Construir una imagen y una reputación, generar una buena experiencia para el usuario a la hora de comprar no es una tarea para dejar al azar y sin dudas contribuirá a determinar el éxito o fracaso de nuestros negocios.

Los esfuerzos que se hagan para poner en marcha esa estrategia deben ser coherentes y coordinados. De nada sirve enviar una campaña de email marketing sin saber qué acción tomar tras ejecutar esa acción, teniendo en cuenta los resultados.

Es decir, ¿qué haremos con quienes abrieron el mail e hicieron clic en nuestra página? ¿Los llamaremos? ¿Les enviaremos otro mail? Lo que hagamos no puede ser igual a la determinación que tomemos para con aquellos que solo abrieron el mail y mucho menos con quienes lo recibieron pero no lo abrieron.

Por este motivo es importante contratar a una agencia de marketing que pueda establecer  un plan y una estrategia de marketing a la medida del cliente.

Es importante destacar que ya no es suficiente tener un sitio web institucional, porque el perfil de los consumidores actuales nos obliga a tener redes sociales, valoraciones en Google, tienda e-commerce y de ser posible un Blog. El consumidor actual busca que la marca le sea cercana, el objetivo debe ser generar empatía con tus potenciales clientes, aumentar la confianza y la fidelidad con tus clientes actuales. Lo que se busca es trasladar esa relación que había entre el “almacenero de barrio” al mundo digital.

¿Por dónde empezar?

Lo primero que se necesita para poder elaborar una buena estrategia es saber dónde “estás parado” con tu negocio, cuál es tu objetivo (dónde pretendes llegar), cuál es el público objetivo, cuáles son tus intereses y realizar un análisis exhaustivo de la competencia. Como siempre decimos, no se trata de observar a la competencia para copiarles, sino para ver qué es lo que está haciendo, qué le funciona para replicar lo bueno, y qué están haciendo mal, para no cometer los mismos errores.

¿Qué otros motivos se te ocurren para establecer una estrategia? ¿Te ocurrió que llevaste a cabo una acción pero no tuvo éxito debido a la falta de planificación? ¡Dejanos tus comentarios!